"Yo nunca miento. Yo siempre he dicho la verdad, y la diré." Es lo que tiene creerse una deidad, que la prepotencia se equipara a virtud. Estas declaraciones de absoluta perfección del Sr. Valcárcel añaden pinceladas cómicas y ridículas a su caricatura. Hace muchos años aprendí a dudar del "nunca" y del "siempre" que, con frecuencia, implican la mentira. Quizá tanta renuncia a lo absoluto y tanta búsqueda de lo relativo me configuran como homínido dubitativo que desconfía de mentirosos negando la mentira. Quizá.
Valcárcel nunca miente, es un hombre honrado; la palabra de Valcárcel va ha misa, es un hombre de fé; lo que Valcárcel dice es lo correcto, lo que dicen los demás es porque están en otras "cosas", Valcárcel es un hombre responsable; Valcárcel sabe "muchas cosas", Valcárcel es un hombre sabio; Valcárcel va a lo suyo, Valcárcel es un hombre auténticamente murciano. En fin Valcárcel no es un hombre que sólo sabe una cosa pero importante, "sólo se que no se nada", por eso Valcárcel no es hombre que duda, es hombre que afirma y además se lo cree. Valcárcel es un peligro para sí mismo, imaginaos para los demás.
ResponderEliminarAyer fui a la celebración de la eucaristía a ver si "echaban" lo de Valcárcel, pero no, aunque obtuve una indulgencia parcial (que la plenaria no la dan los jueves). El domingo volveré a misa de 12, con la esperanza de escuchar las doctrinas de D. Ramonlui, tengo fé en él y creo fervientemente que lo que dice va a misa. A la salida nos tomaremos unas gambas en "El Torrao".
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